Compartim hui una notícia de Rafa Marí en «Las Provincias» dedicada a la figura de José Ferrandis.
«Ferrandis, un ajedrecista de 95 años
La supervivencia en la vida y en la creatividad se consigue con una afortunada mezcla de genes, talento, tenacidad y suerte.
Una vez al mes me reúno con dos amigos ajedrecistas (Ramón Navarro y Fernando Mancebo) para almorzar en el Centro Instructivo Musical (CIM) de Mislata. Con frecuencia recordamos la época de oro de nuestro club, el Gambito, fundado en 1941 por Vicente Adell padre, un jubilado de Renfe que apenas sabía mover las piezas, sin que por ese motivo menguase la pasión que sentía por el milenario juego. El Gambito histórico no ha desaparecido, pero ya no tiene ganas de competir. Nos ilusionan otras cosas.
En una de nuestras últimas reuniones, Ramón preguntó: “Hace 40 años que no vemos a José Ferrandis. ¿Sabéis algo de él?”. Respuesta: “No sabemos nada”. Dudábamos, esa es la verdad, de que siguiese en este tenso mundo. José Ferrandis (Sedaví, 1925) tenía en Albal una fábrica de mueble auxiliar. La empresa sigue activa y pujante. Referencias a ella aparecen en internet (venta on line). Tras el café, Ramón investigó. Hizo llamadas y logró ponerse en contacto con Ximo, hijo de Ferrandis.
Ximo nos dijo: “Mi padre está bien; todos los días, acompañado, sale a pasear por Sedaví.” ¡Gran noticia! Ferrandis, una de las estrellas del Gambito durante décadas, sigue en pie. Ferrandis, ex campeón de Valencia de ajedrez y jugador fundamental en los éxitos que tuvo nuestro club en los campeonatos de España por equipos (años 60, 70 y 80, en Sevilla, Santander, Andorra…) aceptó nuestra invitación para reunirnos de nuevo y almorzar en Mislata. Fue una epifanía para nosotros (epifanía: ‘aparición, fenómeno a partir del cual se revela un asunto importante’).
El pasado lunes se produjo el emocionante reencuentro.
Ferrandis, una roca, un jugador sólido y táctico que rara vez perdía una partida, un estratega con estilo propio, el erudito de la Defensa Tarrasch, el magnífico y luchador Ferrandis… ¡estaba otra vez con el Gambito! La supervivencia en la vida y en la creatividad solo es posible lograrla si se produce una afortunada mezcla de genes, talento, tenacidad y suerte. Ferrandis, a sus 95 años, ya no participa en los campeonatos. Pero un potente jugador, como lo era él, nunca deja de pensar como un ajedrecista. Diagonales, columnas, peón aislado, piezas clavadas, el rey en peligro…
Con la compañía de su hijo, Ferrandis llegó puntual a las once de la mañana. Mucho más delgado que en su media edad. Con bastón y buena memoria para recordar tiempos pasados, con apetito, sonriente, honrado ante las muestras de cariño que recibía de varios clásicos del Gambito (Ramón Navarro, Miguel Uris, Morenilla, Mancebo, Salvador Blasco, Luis Zaragozá y yo). Recordamos a ajedrecistas ya desaparecidos (Eslon, Coret, Redón, Mancebo padre, Ángel Cristóbal, Ricardo Calvo, Zapater, Ligorio Ferrer, el maestro Pérez, Carlos García, Federico Tatay…). Y evocamos a jugadores a los que perdimos la pista hace años. ¿Qué habrá sido de ellos?
De la reunión en Mislata salió un compromiso que se hará realidad: tributar un homenaje a Ferrandis en Sedaví. Jugadores de otros equipos –entre ellos Vicente Campos, ex campeón de Valencia y presidente del club de ajedrez del Ateneo Marítimo- ya se han sumado a los preparativos de ese homenaje. Fecha prevista, el próximo septiembre, a ser posible el día en que Ferrandis cumpla 96 años. Casi todo un siglo nos contemplará.»